viernes, noviembre 24, 2006

BAKUNIN - PATRIA Y NACIONALIDAD

El Estado no es la patria; es la abstracción, la ficción metafísica, mística, política y jurídica de la patria. La gente sencilla de todos los países ama profundamente a su patria; pero éste es un amor natural y real. El patriotismo del pueblo no es sólo una idea, es un hecho; pero el patriotismo político, el amor al Estado, no es la expresión fiel de este hecho: es una expresión distorsionada por medio de una falsa abstracción, siempre en beneficio de una minoría explotadora. La patria y la nacionalidad son, como la individualidad, hechos naturales y sociales, fisiológicos e históricos al mismo tiempo; ninguno de ellos es un principio. Sólo puede considerarse como un principio humano aquello que es universal y común a todos los hombres; la nacionalidad separa a los hombres y, por tanto, no es un principio. Un principio es el respeto que cada uno debe tener por los hechos naturales, reales o sociales. La nacionalidad, como la individualidad, es uno de esos hechos; y por ello debemos respetarla. Violarla sería cometer un crimen; y, hablando el lenguaje de Mazzini, se convierte en un principio sagrado cada vez que es amenazada y violada. Por eso me siento siempre y sinceramente el patriota de todas las patrias oprimidas.La esencia de la nacionalidad. Una patria representa el derecho incuestionable y sagrado de cada hombre, de cada grupo humano, asociación, comuna, región y nación a vivir, sentir, pensar, desear y actuar a su propio modo; y esta manera de vivir y de sentir es siempre el resultado indiscutible de un largo desarrollo histórico. Por tanto, nos inclinamos ante la tradición y la historia; o, más bien, las reconocemos, y no porque se nos presenten como barreras abstractas levantadas metafísica, jurídica y políticamente por intérpretes instruidos y profesores del pasado, sino sólo porque se han incorporado de hecho a la carne y a la sangre, a los pensamientos reales y a la voluntad de las poblaciones. Se nos dice que tal o cual región -el cantón de Tesino en Suiza, por ejemplo- pertenece evidentemente a la familia italiana: su lenguaje, sus costumbres y sus restantes características son idénticos a los de la población de Lombardía y, en consecuencia, debería pasar a formar parte del Estado italiano unificado. Creemos que se trata de una conclusión radicalmente falsa. Si existiera realmente una identidad sustancial entre el cantón de Tesino y Lombardía, no hay duda alguna de que Tesino se uniría espontáneamente a Lombardía. Si no es así, si no siente el más leve deseo de hacerlo, ello demuestra simplemente que la Historia real -la vigente de generación en generación en la vida real del pueblo del cantón de Tesino, y responsable de su disposición contraria a la unión con Lombardía- es algo completamente distinto de la historia escrita en los libros. Por otra parte, debe se?alarse que la historia real de los individuos y los pueblos no sólo procede por el desarrollo positivo, sino muy a menudo por la negación del pasado y por la rebelión contra él; y que este es el derecho de la vida, el inalienable derecho de la presente generación, la garantía de su libertad.La nacionalidad y la solidaridad universal. No hay nada mas absurdo y al mismo tiempo más da?ino y mortífero para el pueblo que erigir el principio ficticio de la nacionalidad como ideal de todas las aspiraciones populares. El nacionalismo no es un principio humano universal. Es un hecho histórico y local que, como todos los hechos reales e inofensivos, tiene derecho a exigir general aceptación. Cada pueblo y hasta la más peque?a unidad étnica o tradicional tiene su propio carácter, su específico modo de existencia, su propia manera de hablar, de sentir, de pensar y de actuar; y esta idiosincrasia constituye la esencia de la nacionalidad, resultado de toda la vida histórica y suma total de las condiciones vitales de ese pueblo. Cada pueblo, como cada persona, es involuntariamente lo que es, y por eso tiene un derecho a ser él mismo. En eso consisten los llamados derechos nacionales. Pero si un pueblo o una persona existe de hecho de una forma determinada, no se sigue de ello que uno u otra tengan derecho a elevar la nacionalidad, en un caso, y la individualidad en otro como principios específicos, ni que deban pasarse la vida discutiendo sobre la cuestión. Por el contrario, cuanto menos piensen en sí mismos y más imbuidos estén de valores humanos universales, más se vitalizan y cargan de sentido, tanto la nacionalidad como la individualidad.La responsabilidad histórica de toda nación. La dignidad de toda nación, como la de todo individuo, debe consistir fundamentalmente en que cada uno acepte la plena responsabilidad de sus actos, sin tratar de desplazarla a otros. ?No son muy estúpidas todas esas lamentaciones de un muchachote quejándose con lágrimas en los ojos de que alguien lo ha corrompido y le ha puesto en el mal camino? Y lo que es impropio en el caso de un muchacho está ciertamente fuera de lugar en el caso de una nación, cuyo mismo sentimiento de autoestima debería excluir cualquier intento de cargar a otros con la culpa de sus propios errores.Patriotismo y justicia universal. Cada uno de nosotros debería elevarse sobre ese patriotismo estrecho y mezquino para el cual el propio país es el centro del mundo, y que considera grande a una nación cuando se hace temer por sus vecinos. Deberíamos situar la justicia humana universal sobre todos los intereses nacionales. Y abandonar de una vez por todas el falso principio de la nacionalidad, inventado recientemente por los déspotas de Francia, Prusia y Rusia para aplastar el soberano principio de la libertad. La nacionalidad no es un principio; es un hecho legitimado, como la individualidad. Cada nación, grande o peque?a, tiene el indiscutible derecho a ser ella misma, a vivir de acuerdo con su propia naturaleza. Este derecho es simplemente el corolario del principio general de libertad. Todo aquél que desee sinceramente la paz y la justicia internacional debería renunciar de una vez y para siempre a lo que se llama la gloria, el poder y la grandeza de la patria, a todos los intereses egoístas y vanos del patriotismo.

miércoles, noviembre 08, 2006

FOTOS MARCHA AMBIENTALISTA 8/11/06





IMAGENES DE LA MARCHA AMBIENTALISTA REALIZADA EL D??A 8/11





lunes, noviembre 06, 2006

MARCHA AMBIENTALISTA EN SAN JUAN

no a la mineria, no a las multinacionales, no a la depredaci贸m de nuestros recursos naturales
ROMPE CON LA APAT��A Y DEFIENDE NUESTRA PROVINCIA DE LA DESTRUCCI��N del
CAPITALISMO 隆隆隆��NETE!!! HAY MUCHO POR HACER
mi茅rcoles 8/11 plaza 25 de mayo 10.30 hs



PEGATINAS FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES U.N.S.J. 2006





viernes, noviembre 03, 2006

VINDICADORES III


Esta es la historia de Kurt Gustav Wilckens, anarquista. Hijo deAugust Wilckens y Johanna Harms. Naci贸 un 3 de noviembre de 1886en Bramstedt, distrito de Segeberg, provincia deSchlegwig-Holstein, en lo que fue la Alemania del Norte lindandocon Dinamarca. Aquel hombre, alto, de cabellos rubios, ojoscolor azul claro, y frente ancha, hab铆a estudiado jardiner铆a, eingresado en 1906 durante dos a帽os, al servicio militar en laprimera compa帽铆a del Garde-Schutzen-Bataillons prusiano. Luegoen 1910, al viajar a los Estados Unidos para perfeccionarse ensu oficio, conoce, trabajando junto a sus compa帽eros deaventuras en las cosechas, las ideas libertarias. Principalmenteestudian las de Leon Tolstoi. Antes de arribar a Buenos Aires el29 de septiembre de 1920, Wilckens tiene un primer conflicto conlos organismos represivos de Estados Unidos. En una fabrica depescados, en donde 茅l trabajaba, dirigi贸 una acci贸n realmentecuriosa. Se envasaban pescados en escabeche y en conserva, perohab铆a dos calidades de mercanc铆a: los mejores iban a parar enenvases de lujo a los almacenes de la burgues铆a, y el resto secolocaban en envases baratos para venderlos en barrios obreros.El mismo convenci贸 a sus compa帽eros de fabrica y procedieron alrev茅s: pusieron las mejores partes en los envases baratos y lasdestinaron a los barrios obreros. El alem谩n, fue expulsado y sefue a trabajar a las minas de carb贸n. Desde 1916 enfrenta unaseguidilla de huelgas, que posteriormente le costaran ladeportaci贸n a su pa铆s natal el 27 de marzo de 1920. Al llegarnuevamente a Alemania, se pone en contacto con sus compa帽eros deideas en Hamburgo, donde se entera que en la Argentina existe unferviente movimiento obrero libertario. Ya en nuestro pa铆strabajo en las quintas frutales de Cipolletti, en Ri贸 Negro, yluego como estibador donde tomo contacto con los trabajadoresrurales y sus organizaciones obreras. Ya en 1922, llegaban aBuenos Aires las noticias de lo que estaba sucediendo con lasmatanzas en la Patagonia: Wilckens seguir谩 con intensasexpectativas el movimiento patagonico; apenas conoc铆a el espa帽olpero se esforzaba por interpretar las noticias de la expedici贸ndel 10 de Caballer铆a a cargo del Tte. Cnel. H茅ctor BenignoVarela. El anarquista era corresponsal de dos peri贸dicosalemanes: Alarm de Hamburgo (贸rgano oficial de la Federaci贸nLibertaria Anarquista y de las Comunidades Libertarias detrabajadores de Alemania) y Der Syndicalist de Berlin,correspondiente a la Uni贸n de Trabajadores Libertarios deAlemania (anarco-sindicalista). Los informes sobre elfusilamiento de los trabajadores rurales patag贸nicos loconmocionaron. La idea de los sufrimientos de esos pobres peoneslo atormentaba. El hab铆a conocido al trabajador patagonicocuando estuvo en Ri贸 Negro y en villa Iris, en el surbonaerense. Los amaba entra帽ablemente por su sentido de laamistad, por su hospitalidad, por su humildad y sus pocaspalabras. La injusticia que se engendraba en el fusilamiento deesos hombres de campo por profesar ideas libertarias, (adem谩s deque 茅l comprend铆a de que solo quer铆an el bien de la humanidad),determinar铆a definitiva y sentencialmente su accionar posterior.Los obreros de Santa Cruz merec铆an justicia. Esa particular ideaa la que los anarquistas llaman "justicia proletaria" comenz贸 agirarle en su cabeza. Suprimir a Varela, aquel militarresponsable de los fusilamientos de 1922 de los 1.500 obrerospatag贸nicos bajo la presidencia de Hip贸lito Yrigoyen, lo seduc铆adesde hacia tiempo. Cuando sus compa帽eros de cuarto estuvieronde viaje, pudo despistar a la polic铆a acerca de su domicilio.Hasta los propios amigos pensaban que se hab铆a marchado a M茅xicoo a Estados Unidos; pero la realidad era que el alem谩n estabapreparando, en silencio, el atentado, para que ning煤n otrocompa帽ero pueda salir perjudicado. Andr茅s V谩zquez Paredes,vinculado a los grupos expropiadores, ser谩 el que le dar谩 elexplosivo. Es evidente que Wilckens para llevar a la practica suatentado tomo contacto con estos grupos, que por ese entoncesoperaban dentro del anarquismo: 茅l no tenia idea de como sefabricaba una bomba. A pesar de su formaci贸n tolstoiana ypacifista, comprend铆a a los compa帽eros mas violentos que nopod铆an soportar la violencia de los patrones y gobiernos.Entonces llego el momento. Alrededor de las 7 de la ma帽ana del25 de enero de 1923, Varela sali贸 de su domicilio de la calleFitz Roy y se encontr贸 encarnada en el firme rostro de Wilckens,a la ferviente furia de los 1.500 obreros patag贸nicos asesinadosbajo su mando. Diecisiete heridas graves: doce producidas por labomba y cinco balazos en la parte superior del cuerpo,sentenciaron los m茅dicos legalistas Klappernbach y del Solar. Alalem谩n no le tembl贸 la mano, pero en su camino paso loimprevisto: una ni帽a se cruzo entre el "fusilador fusilado" y茅l. Se llamaba Maria Antonia Palazzo, de 10 a帽os de edad. Laactitud de cubrirla con su propio cuerpo para que no recibieraninguna esquirla lo hab铆a perdido: las heridas recibidas en laspiernas le impidieron la huida. Cuando noto que tenia huesosquebrados en las piernas vio que cualquier intento de escaparresultar铆a en vano y no resisti贸. Ahora estaba all铆, en lacomisar铆a, en lo peor. All铆, indefenso, frente a los que quer铆any exig铆an saberlo todo: "Fui yo solo. ��nico autor. Yo fabriquela bomba sin ayuda. Acto individual.", explico Wilckens, a loque unos meses mas tarde agregar谩 en una carta fechada el 21 demayo de 1923; "No fue venganza; yo no vi en Varela alinsignificante oficial. No, 茅l era todo en la Patagonia:gobierno, juez, verdugo y sepulturero. Intente herir en 茅l al铆dolo desnudo de un sistema criminal. Pero la venganza esindigna de un anarquista!!. El ma帽ana, nuestro ma帽ana, no afirmarencillas, ni cr铆menes, ni mentiras; afirma vida, amor, ciencia,trabajemos para apresurar ese d铆a". Meses mas tarde Wilckensseria asesinado en la c谩rcel por un miembro de la LigaPatri贸tica Argentina, Ernesto P茅rez Mill谩n. Informe elaborado enbase al libro de Osvaldo Bayer, La Patagonia Rebelde. Tomo 4,"El Vindicador".

jueves, noviembre 02, 2006

VINDICADORES II - SEVERINO DI GIOVANNI


Hubo un hombre en la Argentina de los a帽os ���20 que lo 煤nico que no hizo fue pasar desapercibido: siguiendo al extremo los ideales anarquistas, edit贸 diarios en conventillos de San Telmo, puso bombas en todas partes, rob贸 bancos y empresas para colaborar con la causa, se enamor贸 perdidamente de una hermosa ni帽a de 15 a帽os, y se tirote贸 varias veces con la polic铆a: incluso hasta unas horas antes de morir fusilado. El poder de la 茅poca lo tild贸 de ���enemigo p煤blico de la sociedad���, algunos adversarios dentro de las filas anarquistas, lo catalog贸 como ���imb茅cil y descerebrado���, y sus compa帽eros ���los trabajadores del gremio panadero y otros amigos 铆ntimos como Paulino Scarf贸 o Jorge Tamayo Gavil谩n���, lo tuvieron como un militante valiente y consecuente. Su nombre: Severino Di Giovanni. ���Sus m茅todos pueden ser discutibles, pero lo que no se puede decir de ninguna manera es que fue un agente del fascismo���, opina Osvaldo Bayer contest谩ndole a L贸pez Arango, el responsable del diario La Protesta, que se enfrent贸 hasta morir con Di Giovanni al acusarlo de colaborar con el r茅gimen de Benito Mussolini. El testimonio del historiador es uno de los tantos que aparecen en el documental Anarquistas II, m谩rtires y vindicadores, estrenado el s谩bado en la Federaci贸n Libertaria Argentina (FLA), ante una audiencia que cruz贸 militantes anarcos de tres generaciones. Un film centralizado en la figura de aquel italiano que lleg贸 al pa铆s en 1923, escapando del fascismo. El resto de los testimonios que aparecen ���Am茅rica Scarf贸, Jes煤s Gil, Vicente Francomano, Jacobo Maguid��� y casi todos los hechos que registra el material f铆lmico aluden de una u otra manera a la agitada vida de Di Giovanni. ���Cuando comenc茅 la investigaci贸n sobre 茅l en 1967, deber铆a haber filmado a todos los luchadores que colaboraron conmigo en su momento ���coment贸 Bayer, que tambi茅n ofici贸 de presentador���. Lamento no haberlo hecho, pero me consuela tener la palabra de Am茅rica, algo muy dif铆cil de lograr. Ella fue actora de uno de los cap铆tulos m谩s dram谩ticos de la historia del anarquismo argentino de los a帽os ���20.��� Dirigido por el marplatense Leonardo Fern谩ndez ���con el valioso aporte de Bayer, claro���, el film sucede a Anarquistas I y la diferencia entre ambos es puramente cronol贸gica: mientras 茅ste recrea el per铆odo de auge y posterior estancamiento del anarquismo en Argentina (desde 1902 hasta 1922, a帽o de La Patagonia Rebelde), aquel recupera su per铆odo m谩s cr铆tico, que se agrav贸 durante 1930 con la feroz dictadura de Jos茅 Evaristo Uriburu. El testimonio de Am茅rica Scarf贸, de 92 a帽os, es invalorable. Relata las peleas que sus hermanos Paulino y Alejandro ten铆an con su padre. ���Paulino le dijo a pap谩 que era un burgu茅s y se fue de la casa: se fue a vivir con Severino���. Y tambi茅n de qu茅 manera naci贸 su amor por Di Giovanni. ���Cuando fui a visitar a mi hermano, me enter茅 de que viv铆an juntos: 茅l me acompa帽aba a tomar el colectivo, despu茅s pase谩bamos por parques y as铆 naci贸 mi amor por 茅l. Severino me escrib铆a cartas hermosas.���Mechando la historia de amor entre Severino y Am茅rica, con testimonios cruzados y una voz en off que va relatando los hechos, el film contempla tambi茅n el derrotero pol铆tico de Di Giovanni. Desde una de sus primeras acciones cuando, junto a un grupo de compa帽eros, intent贸 en 1925 boicotear el agasajo que se le hizo al embajador italiano en el Teatro Col贸n, arrojando volantes desde la parte m谩s alta, al grito de ���Viva Mateotti��� ���aquel socialista peninsular cuya muerte se atribuye a Mussolini���; hasta su activa participaci贸n en las marchas por la liberaci贸n de Sacco y Vanzetti y la concreci贸n de su primer sue帽o: la edici贸n de la revista Culmine. Tampoco se omiten sus acciones violentas como respuesta al fusilamiento de ambos activistas italianos en Estados Unidos. El solo hizo volar la estatua de Washington en Palermo; tambi茅n puso una bomba en la sucursal del Citibank, de la calle San Mart铆n que, por estallar antes de tiempo, provoc贸 2 muertos y 22 heridos. Sus acciones violentas lo enfrentaron a los militantes de FORA y de La Protesta. A partir de 1928, Di Giovanni se transform贸 en ���anarquista expropiador��� y su lucha fue cada vez m谩s individual. ���Nosotros reivindic谩bamos a Sim贸n Radowitzky, porque 茅l hab铆a hecho justicia con el responsable de la masacre de la Semana Roja, Ram贸n Falc贸n, pero no justific谩bamos otras acciones. No se pod铆an poner bombas en cualquier lugar p煤blico���, sostiene Maguid en otro de los testimonios del film, aludiendo por elevaci贸n a Di Giovanni y sus atentados. La represi贸n de la dictadura de Uriburu no atemoriz贸 a Di Giovanni. En octubre de 1930 asalt贸 los paradores de Obras Sanitarias, alz谩ndose con un sustancioso bot铆n, despu茅s edit贸 un nuevo diario y resisti贸 hasta las 煤ltimas consecuencias. Luego de un tiroteo infernal con la polic铆a, Di Giovanni fue detenido, condenado a muerte y fusilado por ocho balazos. Sus 煤ltimas palabras fueron ���Viva la anarqu铆a���, y las de su mujer, Am茅rica, ���Voy a seguir con tu recuerdo hasta mi muerte���. A veces, 84 minutos bastan para contar una historia de amor y violencia que tambi茅n fue parte de la historia argentina, aunque no muchos lo sepan. O les importe poco.
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VINDICADORES


Sim贸n Radowitzky
Por Osvaldo Bayer"Mil y mil veces maldita, tierra aborrecida del crimen, del sufrimiento y del sicario. Bajo el azote helado de tus huracanes gime el hombre; la angustia roe las almas de las v铆ctimas; los abnegados, los Radowitzky, agonizan, m谩rtires de la chusma del m谩user, y, sobre el h贸rrido concierto de sollozos se oye siniestra la carcajada del verdugo."As铆 comenzaba un volante del diario anarquista La Protesta, para el 1潞 de Mayo de 1918, el D铆a de los Trabajadores. Estoy en Ushuaia, en el edificio del antiguo penal, y hablo sobre Sim贸n Radowitzky (o Szymon Radowicki, ya que era de ascendencia polaca) ante una concurrencia formada principalmente por gente joven. Nunca hubiera so帽ado antes que iba a tener esa posibilidad. En los a帽os setenta publiqu茅 un libro que se titulaba Sim贸n Radowitzky, 驴m谩rtir o asesino?, que fue a parar a la hoguera de la dictadura de los Videla y Massera. 驴Qui茅n era ese Sim贸n Radowitzky que hab铆a sido una figura legendaria del movimiento obrero en las tres primeras d茅cadas de este siglo y que hab铆a pasado veinti煤n a帽os de su vida en la c谩rcel, la mayor铆a de ellos en el penal de Ushuaia, una de las p谩ginas m谩s negras de la historia penal del g茅nero humano de la cual tendr铆amos que avergonzarnos los argentinos? Y que se mantuvo no s贸lo durante el gobierno de los conservadores liberales sino tambi茅n durante los tres gobiernos primeros del radicalismo. Los que m谩s cantaron a Sim贸n Radowitzky, llamado el "m谩rtir de Ushuaia" fueron los payadores criollos en los mitines y asambleas obreras."Traigo aqu铆 para Sim贸neste manojo de flores,del jard铆n de los doloresdel alma y del coraz贸n:traigo para aquel var贸nvaliente y decidido,este manojo que ha sidohecho con fibras del alma,en un momento sin calmade rebelde convencido."As铆 cantaba el payador Manlio por la d茅cada del veinte.Es que Sim贸n hab铆a corporizado la violencia de abajo al matar de un preciso bombazo al jefe de polic铆a coronel Ram贸n L. Falc贸n despu茅s que 茅ste reprimi贸 brutalmente la manifestaci贸n obrera del 1潞 de Mayo de 1909. Ese d铆a ocurrir谩 la m谩s grande tragedia obrera hasta ese momento de nuestra historia social. La polic铆a montada al mando del comisario Jolly Medrano, despu茅s de que sonara el clarinazo de ataque ordenado por el propio coronel Falc贸n, se lanza sobre las columnas obreras en la Plaza Lorea. Parece una estampa de la Rusia imperial cuando los cosacos atacaban concentraciones de fam茅licos proletarios en San Petersburgo o en Mosc煤. En la historia de las represiones obreras, la del coronel Falc贸n qued贸 como una de las m谩s cobardes y alevosas. En un primer momento se cuentan treinta y seis charcos de sangre. Para explicar el drama, el militar traer谩 el argumento que todav铆a hoy se emplea en la Argentina: le echa la culpa a los "agitadores". Seguir谩n d铆as de paro general proclamado por la FORA que tendr谩 un desarrollo muy violento. Esos d铆as continuar谩 la brutal represi贸n y se seguir谩n sumando los muertos. Los obreros no se rinden porque:"Los tiempos ya terminaronen que hubo feudales bravosque agarraban a los esclavosy fiero los azotaron隆Hoy no! Ya se rebelaron,Y ese hombre hoy, febril y ardientecuando ve que un prepotenteburgu茅s quiere maltratarlo:cara a cara ha de mirarlo,cuerpo a cuerpo y frente a frente!"As铆 fue. Ese joven jud铆o de apenas 18 a帽os, obrero metal煤rgico, esperar谩 al coronel Falc贸n y pondr谩 fin a la vida del orgulloso militar que era todo un s铆mbolo para los hombres de uniforme: Falc贸n hab铆a sido el cadete n煤mero uno recibido en el Colegio Militar creado por Sarmiento. Sim贸n trata de suicidarse pero es capturado, condenado a muerte y luego, como es menor de edad, a prisi贸n perpetua a cumplir en el penal de Ushuaia, con el agravante de que cada a帽o, en oportunidad de cumplirse cada aniversario de su atentado contra Falc贸n "deber谩 ser llevado a reclusi贸n solitaria a pan y agua durante veinte d铆as", como dir谩 la sentencia.En la prisi贸n, s贸lo comparable con la de la Isla del Diablo, Radowitzky se convertir谩 en el "m谩rtir de la anarqu铆a". Ser谩 un m铆stico de la resistencia y del altruismo con los dem谩s presos. Protagonizar谩 una huida legendaria a trav茅s de los canales fueguinos hasta que es capturado por un buque de guerra chileno y entregado a los carceleros argentinos. Todos los castigos inimaginables ser谩n entonces para 茅l. Aunque enfermo de tuberculosis, el clima del extremo sur y el aislamiento no lo amedrentan y sigue siendo el defensor de los dem谩s presos para quienes Sim贸n es una personalidad m铆stica y al que admiran casi con respeto religioso.Sus compa帽eros de ideas de todo el pa铆s no lo abandonaron en ning煤n momento. Miles de mitines y su nombre siempre en la primera p谩gina de sus publicaciones. Hasta que en 1930, Yrigoyen firmar谩 el indulto. Pero el gobierno radical no se aguanta al carism谩tico atentador en territorio argentino y lo expulsa al Uruguay. All铆 ser谩 detenido y poco despu茅s soportar谩 presidio en la isla de Flores. Hasta que en 1936, ya en libertad, marchar谩 a la Guerra Civil Espa帽ola a luchar contra el fascismo de Franco. Morir谩 en M茅xico en 1956 mientras trabajaba de obrero en una f谩brica de juguetes, el mejor oficio que puede tener un ser humano.Me paseo por las celdas del presidio de Ushuaia, cuarenta a帽os despu茅s de la muerte del "santo de la anarqu铆a". Los muros del oprobio. Oprobio que a帽os despu茅s se iba a trasladar a los dominios de otros carceleros con uniforme militar: los campos de concentraci贸n de los Bussi, los Men茅ndez, los Camps. Pienso en estos verdugos cuando atravieso el port贸n de salida del ex presidio austral. Y me consuela un pensamiento que me asalta en ese momento. Esos tres, jam谩s tuvieron juglares criollos que les cantaran. De Radowitzky quedan los recuerdos de esas coplas del aut茅ntico pueblo:"Sim贸n, la fe no desmayay el pueblo s铆 que resistete ha de sacar, Radowitzky,de las mazmorras de Ushuaia."

HIJOS DEL PUEBLO


HIJOS DEL PUEBLO(Version Original)
Hijo del pueblo, te oprimen cadenasy esa injusticia no puede seguir,si tu existencia es un mundo de penasantes que esclavo prefiero morir.Esos burgueses, asaz egoistas,que asi desprecian la Humanidad,seran barridos por los anarquistas al fuerte grito de libertad.
Rojo pendon, no mas sufrir,la explotacion ha de sucumbir.Levantate, pueblo leal,al grito de revolucion social.Vindicacion no hay que pedir;solo la union la podra exigir.Nuestro paves no romperas.Torpe burgues. Atras! Atras!
Los corazones obreros que latenpor nuestra causa, felices seran.si entusiasmados y unidos combaten,de la victoria, la palma obtendran.Los proletarios a la burguesia han de tratarla con altivez,y combartirla tambien a por su malvada estupidez.
Rojo pendon, no mas sufrir,la explotacion ha de sucumbir.Levantate, pueblo leal,al grito de revolucion social.Vindicacion no hay que pedir;solo la union la podra exigir.Nuestro paves no romperas.Torpe burgues. Atras! Atras!